Maria Kalesnikava concedió una entrevista desde la cárcel
Desde hace más de un año, la opositora belarusa Maria Kalesnikava está tras las rejas. Durante la campaña presidencial de 2020 encabezó la sede de Viktar Babaryka, y tras el estallido de las protestas se unió al Consejo de Coordinación de la Oposición. Kalesnikava es considerada una de las principales figuras de la protesta belarusa.
En septiembre de 2020, Maria Kalesnikava fue arrestada y el 6 de septiembre de 2021, junto con el abogado Maxim Znak, fue declarada culpable de conspirar para usurpar el poder estatal y condenada a 11 años de prisión. En su entrevista por escrito al corresponsal de DW Maria compartió su visión de la situación en Belarús.
En prisión, le falta de todo: aire, sol, ducha, música, flauta, cartas y comunicación, pero Kalesnikava sigue sintiendo la atención y el amor de la gente en Belarús y en todo el mundo. No se arrepiente lo más mínimo de haber decidido quedarse en su tierra natal en lugar de irse al extranjero. Maria califica su sentencia de absurda, porque ni ella ni Maxim Znak son culpables de nada, así como no lo son un gran número de belarusos que ahora se encuentran en las cárceles. Es un honor para ella recorrer junto con los belarusos el camino hacia la libertad y los cambios.
Kalesnikava cree que ya es la hora de pensar en la solución de problemas para el futuro: las relaciones económicas internacionales, la industria, la sociedad civil, las leyes, etc. Ella cree que el régimen no es eterno e incluso ahora hay fuerzas (en las estructuras del poder) que están listas para tomar decisiones constructivas, negociar para conseguir salir de la crisis.
En su opinión, lo más importante para los belarusos ahora es estar juntos y no perder la confianza el uno en el otro. Y para los que están en el extranjero, antes que nada, que piensen en las personas que siguen viviendo dentro del país.
Maria Kalesnikava tiene muchas ideas para proyectos musicales y culturales en el futuro. Por ejemplo, de la prisión preventiva, le gustaría hacer un museo de víctimas del comunismo, totalitarismo y otros «ismos». También le gustaría establecer un centro para la socialización y rehabilitación de las mujeres después del encarcelamiento.